La colecistectomía laparoscópica (extirpación de la vesícula biliar) se popularizó a finales de la década de 1980 y rápidamente se convirtió en uno de los procedimientos quirúrgicos más comunes en Estados Unidos. Cada año se realizan más de 750.000 procedimientos de “laparoscopia”. Desafortunadamente, la tasa de complicaciones para la colecistectomía laparoscópica sigue siendo más alta que la tasa de complicaciones para la colecistectomía abierta.
Las complicaciones más comunes relacionadas con la negligencia médica incluyen lesiones en las vías biliares, sangrado excesivo, perforación intestinal y quemaduras en los conductos hepáticos. A continuación se describen algunos de los tipos más comunes de negligencia que hemos visto en nuestro trabajo legal.
Corte del conducto hepático o el conducto biliar
Los médicos están capacitados para visualizar la anatomía de un paciente durante una cirugía y para nunca cortar si no están seguros de lo que están cortando. Sin embargo, muchos cirujanos, en su afán por completar la operación, hacen suposiciones sobre la anatomía del paciente y simplemente comienzan a cortar. Por ejemplo, muchas veces el cirujano corta accidentalmente el conducto hepático común en lugar del conducto cístico. Como otro ejemplo, algunas veces el cirujano accidentalmente coloca clips quirúrgicos en el conducto biliar común, causando una estenosis.
Estas lesiones son generalmente evitables, y son normalmente causadas porque el cirujano corta sin poder ver lo que estaba cortando. Los cirujanos están entrenados para extirpar todo el tejido excepto el conducto y la arteria quística, de manera que puedan ver el lecho hepático y luego identificar cuidadosamente todas las estructuras entre la vesícula biliar y el hígado. Estos procedimientos de seguridad son tan importantes que se supone que los médicos deben documentarlos cuando los realizan.
Fallar en “convertir” el procedimiento laparoscópico en una cirugía abierta
Existen métodos para descubrir complicaciones durante el procedimiento, como el uso de una colangiografía. Entre el 2% y el 15% de los procedimientos de laparoscopia son “convertidos” a un procedimiento abierto, más comúnmente debido a la colecistitis aguda, cuando la bilis queda atrapada en la vesícula biliar. Si estas complicaciones se identifican correctamente, entonces puede comenzar un procedimiento de recuperación, como una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE, por sus siglas en inglés) bajo anestesia con stents. Sin embargo, los médicos a menudo ignoran los signos de un problema y completan la cirugía. Cuando eso sucede, el paciente puede desarrollar complicaciones graves de la lesión no tratada, incluyendo infección, colangitis, sepsis y muerte.
Estos son algunos de los resultados que hemos obtenido para nuestros clientes que fueron lesionados debido a negligencia médica durante la cirugía de extirpación de la vesícula biliar:
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