Las residencias de ancianos se enfrentan a un número abrumador de muertes por coronavirus

Las residencias asistidas son un terreno clásico para la propagación del coronavirus, ya que albergan a una población extremadamente vulnerable. Los residentes de las residencias de ancianos suelen ser mayores y tener sistemas inmunitarios más débiles, lo que los hace más susceptibles a los graves problemas de salud que puede provocar el COVID-19. Además, la estrechez de las habitaciones, sumada al ir y venir de trabajadores y enfermeras del centro, aumenta drásticamente el riesgo de que el virus entre en las instalaciones; y una vez que el virus entra, puede propagarse rápidamente.

Informes sobre muertes en residencias de ancianos

Se ha informado de que casi 40.600 residentes de residencias de ancianos han muerto como consecuencia de la COVID-19, lo que equivale a la asombrosa cifra de 40% del total de víctimas mortales en Estados Unidos. Si se desglosa más, esta cifra se aproxima a 450 muertes diarias sólo en residencias de ancianos.

Aunque estas cifras ya son bastante elevadas, se prevé que el número real de víctimas mortales sea aún mayor porque no se han incluido en el cálculo los datos de siete estados. Estos siete estados -Alaska, Arizona, Hawai, Michigan, Missouri, Dakota del Norte y Dakota del Sur- aún no han publicado oficialmente estadísticas sobre el número de muertes en residencias de ancianos causadas por el COVID-19.

Inexactitudes en los informes

Además, la forma en que algunos estados calculan el número de víctimas mortales en centros de cuidados de larga duración está dando lugar a un recuento insuficiente. Algunos estados -en concreto Nueva York- excluyen del recuento oficial a los residentes que fueron trasladados a hospitales u otros centros de atención sanitaria y que finalmente fallecieron allí. Otros siete estados realizan el seguimiento de las muertes cotejando la dirección permanente del fallecido con la dirección del centro, lo que no tiene en cuenta a los fallecidos que permanecían en un centro durante un breve periodo de tiempo.

A pesar de ello, estas cifras siguen superando con creces a las publicadas por el Centro de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), que informó de que sólo 25.923 residentes de residencias de ancianos murieron a consecuencia de la COVID-19. Sin embargo, esta cifra sólo contabiliza las muertes ocurridas en residencias de ancianos reguladas por el gobierno federal y no incluye los centros de larga estancia o de vida asistida. Además, 20% de las instalaciones de todo el país no informaron de su número de muertes. Aunque los CMS animaron a los centros a notificar todas las muertes relacionadas con el virus COVID-19, sólo exigen que se notifiquen las ocurridas desde mayo, lo que excluye meses de muertes.

Preocupación por la falta de informes

No sólo ha habido problemas en la forma en que se comunican las muertes, sino que también hay preocupación por la falta de instalaciones y estados que publiquen las estadísticas. A nivel estatal, se han planteado preguntas sobre el seguimiento de los datos y por qué no se hacen públicos.

Además, según los datos recopilados, los CMS no exigieron a las residencias de ancianos que informaran de las muertes por coronavirus hasta principios de mayo, por lo que transcurrieron tres meses sin que se presentara ningún informe y los investigadores desconocen el alcance total del virus. Esto ha causado preocupación entre las familias y los amigos de los que viven en residencias de ancianos, ya que ellos tampoco están siendo informados sobre las condiciones de lo que está ocurriendo dentro de las instalaciones.

Ponerse en contacto con un abogado con experiencia

Si tiene un ser querido que vive en una residencia de ancianos afectada por el coronavirus y le preocupa su salud y seguridad, no dude en ponerse en contacto con nuestro despacho. Nuestro equipo jurídico está aquí para ayudarle a través de cualquier pregunta o preocupación que usted pueda tener con respecto a lesiones personales durante estos tiempos de incertidumbre. Póngase en contacto hoy para discutir sus opciones.